"Educar es enseñar a querer" | |
José María Contreras es biólogo, aunque ha dedicado su vida a las relaciones humanas, especialmente en el campo de la formación de directivos. En la actualidad es Director de Formación y Desarrollo en una multinacional farmacéutica. Está casado y tiene tres hijos. Ha impartido cientos de conferencias sobre el hombre y sus relaciones con los demás, tanto dentro como fuera de España y es autor de varios libros. |
Carena, 7.05.08
Educar no es instruir, sino que el niño sepa lo que está bien y lo que está mal, que se quede contento cuando haga las cosas bien y descontento cuando las haga mal. Uno puede querer mucho pero no por eso saber educar. Hay que aprender a educar y hay que darle la misma importancia que a otra formación que tengamos. Educar es enseñar a querer a una persona y uno no puede renunciar a sus deberes ni a los derechos de otro. Todo niño tiene derecho a ser educado. De un día para otro uno es consciente de que no se domina al niño, así que es mejor formarse lo antes posible. ¿Cuál es la principal vía de conocimiento de una persona?: viendo querer, es muy importante que el niño vea que sus padres se quieren.
Si creemos que las cosas son imposibles no actuamos, el padre y madre siempre son una referencia para los hijos, el decir imposible es dimitir. Antes, el que no era educado como la sociedad era normativa pues iba tirando pero ahora no (no hay reglas sobre lo que está bien y los que está mal) hay que tener mucho cuidado con lo que uno dice. El chaval que es educado es educado y el chico tibio también sale golfo y eso afecta bastante a su felicidad y a la nuestra. Si el niño sale rana es porque no le han educado bien, aunque lo parezca, tiene concepto equivocado de lo que es la libertad humana, no ha sabido transmitir el orgullo de ser cristiano. ¿Papa que haces?: estoy rezando, que lo vean los niños. Los niños quieren a sus padres y todo lo que hacen sus padres está bien. Meter a los niños el orgullo de ir contra corriente, somos cristianos y lo que hacen los vecinos no es norma de conducta.
Hay que planificar los valores en que quiero educar a mis hijos y lo que tenemos que hacer los padres para eso. No hacer preguntas cerradas a los hijos porque sobre todo si son pequeños tenderán a no decirlo todo, hay que fomentar la comunicación. Todo lo que los padres pensamos de nuestros hijos es el concepto que ellos tienen de sí mismos. Tenemos que mejorar el concepto que tenemos de nuestros hijos. La organización es el manejo de la autoridad de los padres. Mandar dentro de ámbito. No pasar por la casa dando instrucciones una detrás de otra. A veces se dicen las cosas en función del estado de ánimo que uno tiene y en esos casos hay que aprender a callar, hay que aprender a decir las cosas. Negociar con mis hijos, eso es educar, hay que pasarse todo el día hablando con el hijo, negociando y así el chaval si ve que trabajas el tema, se da cuenta de que sus padres le quieren, y piensa que puede ser educado. Una persona exigida es una persona valorada. En la familia te quieren por lo que eres y en la empresa por lo que vales. Lo peor que podemos hacer con los hijos es no exigirles, en la actualidad hay muchos hijos que no se les exige. Ahora mandan los hijos, filiarcado. Hay que mandar, poner normas y exigirlas.
Otro punto importante es la coherencia y la exigencia: vivir los valores. Yo qué valores tengo y ¿lo saben mis hijos? Yo para qué vivo, qué es lo que mueve mi vida, de qué se habla en casa, de lo que interesa (dinero, comida, tv, política...) poner verde a alguien es altamente deseducativo, la puerta de entrada a toda educación es la sobriedad, el no consumismo, y el consumismo de una persona se nota por sus quejas. El verdadero peligro está en casa, los hijos nos tienen que ver practicar los valores en los que los queremos educar, no hay que vender imagen al niño, los valores en los momentos difíciles de la vida son muy educativos.
¿Qué estamos haciendo con nuestros hijos?: si les preguntamos por la escala de valores, qué lugar crees que ocupas en su vida, el inglés no es lo mas importante de la vida, no hay que arriesgar justo en las edades peligrosas, hay que asegurarse mucho sobre el viaje y si no, que no vaya, no pasa nada. Educación en la fe: importante que los niños tengan en unos valores, hay que saber para qué se vive, hay que tener razones para hacer las cosas. Sólo no se puede educar, hay que ayudarse, los niños deben estar convencidos de que lo primero es Dios, segundo el cariño entre los padres. No se puede decir quiere con cuidado, que es lo que les decimos a los niños a la hora de querer a Dios, y en la adolescencia huyen.
El consumismo hace ateos, los cristianos tenemos que formarnos en aprender a vivir la pobreza cristiana incluso teniendo abundancia de bienes, y para eso lo ideal es no quejarse. Sobriedad, utilizamos los bienes pero no son nuestros. La coca cola se bebe cuando hay algo que celebrar, sino agua que es lo que quita la sed.
Hay que tratar con extrema delicadeza los temas relacionados con la sexualidad siempre con la palabra amor al lado. Los niños tienen que percibir que es un tema serio, no se puede vanalizar.
Hay que enseñar a querer queriendo, que los niños nos vean pedir perdón con frecuencia porque significa que estamos luchando por querer. El perdón forma una parte muy importante del cariño. La formación es lo que nos da la seguridad de que una vez que nos venimos abajo nos vamos a recuperar. En la actualidad desgraciadamente la gente que se casa no sabe querer.
Todo lo que pueda hacer un niño no lo deben hacen los padres, la chica debe ayudar a los padres pero no deseducar a los niños.
Lo educativo es reconocer los errores y saber pedir perdón y como hoy en día eso no lo hace nadie, el que lo haga es un líder. Hay que buscar sitios alternativos donde pueda hacer cosas y existir (como los clubs).
Uno no es amigo de los niños, es padre, no hay que olvidar que los padres siempre estamos observados, siempre somos puntos de mira y referentes.
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